LA ORACIÓN EN TERESA DE JESÚS
Teresa Jesús, nos ilumina este
camino de oración con la parábola de regar el huerto, La "comparación del
huerto y el agua": el huerto es el alma o el orante mismo; el agua es la
oración, la gracia, la vida es decir nuestra alma.
“Ha de hacer cuenta el que
comienza, que comienza a hacer un huerto. Y con ayuda de Dios hemos de
procurar, como buenos hortelanos, que crezcan estas plantas y tener cuidado de
regarlas para que no se pierdan, sino que vengan a echar flores que den de sí
gran olor para dar recreación a este Señor nuestro, y así se venga a deleitar
muchas veces a esta huerta y a holgarse entre estas virtudes.
Pues veamos ahora de la manera que
se puede regar, para que entendamos lo que hemos de hacer y el trabajo que nos
ha de costar, si es mayor que la ganancia, o hasta qué tanto tiempo se ha de
tener.
Paréceme a mí que se puede regar
de cuatro maneras: sacar el agua de un pozo, que es a nuestro gran trabajo; con
noria y arcaduces, que se saca con un torno; yo lo he sacado algunas veces: es
a menos trabajo que estotro y sácase más agua; de un río o arroyo:
esto se riega muy mejor, que queda más harta la tierra de agua y no se ha
menester regar tan a menudo y es a menos trabajo mucho del hortelano; con
llover mucho, que lo riega el Señor sin trabajo ninguno nuestro, y es muy sin
comparación mejor que todo lo que queda dicho.” (Libro Vida, Capitulo 11, 6)
“Este modo de traer a Cristo con
nosotros es provechoso en todos los grados de oración y es un medio segurísimo
de ir aprovechando en primer grado y llegar muy pronto al segundo, y para
librarnos de los peligros que el demonio nos puede poner en los últimos
grados.” (V 12, 2)
El camino de la oración dura lo
que dura nuestra vida, es así, como quien se sabe una persona de oración, tiene
que cuidar la vida de cada día, es algo exigente, porque tiene que cuidar la
calidad de lo que hace y el cómo lo realiza, es decir, debe tener coherencia
entre la vida y la oración.
Es importante, aunque parezca
difícil, asumir la cruz de Cristo como parte de la vida, en necesario entre
otras cosas, sentirse pobre para no codiciar, ni andar con afán en las tareas.
La persona de oración, es una
persona que se ha determinado a vivir su vida orientada a Dios, es una persona
con “ánimos animosos”. Pero además, aunque es la oración un trato de amistad
con Dios, esta no es para uno, es decir “sólo para mi”, es para vivirla junto a
los demás, unidos en la oración, apostólica, el que es amigo de Dios lleva a la
gente consigo, no va en solitario. La oración lleva consigo esfuerzo, educarse
en la fe, en la esperanza y en la caridad.
EN SÍNTESIS...
¿Qué es en síntesis la oración
para Santa Madre Teresa de Jesús?
¿Que nos enseña Santa Madre Teresa
de Jesús en sus Libros?
Para santa Teresa de Jesús la
oración es el camino más seguro para llegar a Dios. Ella nos explica en sus
libros, que están dirigidos a sus hijas, las monjas, que diferencia varios
grados en la oración que nos acerca a Dios como sus hijos amados, y nos invita
a tratar con Dios con una amistad que es de máximo afecto, amor y devoción.
Ella nos habla de la Oración
vocal, como un primer paso o un primer nivel. También nos relata que a ella no
le gustaban las oraciones vocales largas o complicadas como si fueran estas
unas oraciones mágicas para convencer a Dios de lo que se pide, ella prefiere
más que locuacidad, un corazón volcado hacia Dios.
Observamos en sus escritos, que su
oración predilecta era el Padrenuestro, el avemaría, el credo, como también de
que el “reino no tendrá fin”
Otro paso u otro segundo nivel que
nos invita a realizar es la Meditación, y que no debe confundirse con la
oración mental.
Entre sus escritos nos aclara
sobre la oración afectiva: que no está la cosa en pensar mucho sino en amar
mucho…
Sobre el Recogimiento adquirido,
nos enseña que consiste en encerrarse dentro de sí mismo para encontrar allí a
Dios y conversar amorosamente con Él en forma cada vez más simplificada, como
si habláramos con El como Padre, como Madre, hijos, hermano o amigo.
Sobre el Recogimiento infuso, nos
enseña que dan ganas de cerrar los ojos y nooir, ni ver ni entender, sino
aquello en que el alma entonces se ocupa que es poder tratar con Dios a solas,
íntimamente con quien nos ama
Sobre la oración de quietud, nos
enseña que es una paz interior inmensa.
Sobre la oración de unión, nos
enseña que hay una ausencia total de distracciones. Certeza de haber estado el
alma unida a Dios. Ausencia de cansancio.
Santa Teresa deja bien claro que
sin esfuerzo personal no hay encuentro con Dios. Ella además cuenta lo que experimenta,
describe lo que pasa en su alma. No intenta explicar por la filosofía en qué
consiste la unión con Dios. Tampoco recurre nunca a la metafísica ni a nada
parecido. Siempre recurre a la experiencia de sí misma, a su psicología y desde
ahí trata de comunicar a los demás esa experiencia gozosa del encuentro con
Dios.
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